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Las elecciones presidenciales en Polonia tenían como objetivo dirimir las disputas que enfrentaban al primer ministro liberal y europeísta, Donald Tusk, con el actual jefe ... del Estado, el conservador Andrzej Duda. La primera vuelta, celebrada el pasado día 18, parecía que serviría a ese objetivo, porque el candidato alineado con Tusk, Rafal Trzaskowski, venció a su principal oponente, el populista Karol Nawrocki, y vaticinó un freno a la ultraderecha similar al que había activado Rumanía ese mismo día.
Pero, el pasado domingo, la tortilla dio la vuelta. Los sondeos a pie de urna redujeron al mínimo la ventaja de Trzaskowski en cuanto se cerraron los colegios electorales y demostraron que el margen de error puede ser clave, porque este lunes por la mañana se anunció la victoria más ajustada desde que el país eslavo abrazó la democracia: Nawrocki, de 42 años y sin experiencia política previa, obtuvo un 50,89% de los apoyos.
«Queremos vivir en un país seguro y económicamente fuerte. Un país que cuente en las relaciones internacionales, europeas y transatlánticas. Un país que se preocupe por su tradición centenaria y respete su historia. Haré todo lo posible por cumplir sus expectativas», escribió Nawrocki en X tras conocer los resultados oficiales.
Sobre el papel, Polonia se queda como estaba: Tusk continuará al frente del Ejecutivo hasta 2027 y tendrá que seguir lidiando con un presidente del partido Ley y Justicia que ha prometido hacer uso de su poder de veto. Pero es una situación tan incómoda para el primer ministro que este lunes anunció su intención de someterse a una moción de confianza para determinar en el Parlamento el daño que ha provocado el varapalo en la calle y analizar el impacto en sus socios.
Ursula von der Leyen
Presidenta Comisión Europea
Volodímir Zelenski
Presidente de Ucrania
Marine Le Pen
Presidenta de AN en Francia
«No tengo intención de dar ni un paso atrás. No dejaré de trabajar por la Polonia que queremos», subrayó en una alocución televisada en la que también avanzó que ha delineado un plan para evitar que el choque entre el presidente y el primer ministro bloquee el país. Pero no aclaró ni cuándo se llevará a cabo la moción ni en qué consiste ese plan.
En el plano internacional, Nawrocki se centrará en poner palos en las ruedas de la Unión Europa y de la OTAN, organización de la que no es especialmente devoto. Él prefiere una Europa de naciones y una relación bilateral con Estados Unidos. De hecho, intentará reforzar el eje Washington-Varsovia ahora que su admirado Donald Trump habita la Casa Blanca y corresponde a sus simpatías.
Sociedad. Nawrocki rechaza legalizar el aborto y el matrimonio homosexual, así como reformar la judicatura.
Alianzas. No es devoto de la UE ni de la OTAN, prefiere una Europa de naciones y reformar la relación con Estados Unidos.
Ucrania Su aversión a Rusia es una garantía para Zelenski, pero propone retirar las ayudas a los refugiados ucranianos.
Desde Bruselas, la reacción a la victoria de Nawrocki ha sido de cautela. Ursula von der Leyen le felicitó, pero recordándole que «somos más fuertes juntos, en nuestra comunidad de paz, democracia y valores. Así que trabajemos para asegurar la seguridad y la prosperidad de nuestro hogar». Mucho más entusiasta fue la reacción de los líderes de la ultraderecha europea. Marine Le Pen, presidenta de la francesa Agrupación Nacional, interpretó su victoria como «un golpe a la oligarquía de Bruselas y a las políticas autoritarias de la Comisión que minan la soberanía de los países». Por su parte, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, destacó «los valores comunes» que les unen y le emplazó a trabajar juntos. El homólogo húngaro, Víktor Orbán, fue más allá y trata de reclutar a Nawrocki para su eje antieuropeo de Visegrado. «Es una victoria fantástica», apostilló.
Es evidente que Nawrocki quiere evitar a toda costa el acceso de Ucrania a la UE y la OTAN. Además, les ha declarado la guerra a los refugiados ucranianos -en torno a un millón, según los últimos datos de la ONU-, a quienes amenaza con retirar las ayudas de las que disfrutan. Eso no quiere decir, señala vehemente Nawrocki, que sea prorruso. Al contrario, como responsable del Instituto para el Recuerdo Nacional, decidió retirar diferentes monumentos del Ejército Rojo soviético, razón por la que el Ministerio del Interior de Rusia lo puso en la lista negra.
Las tensiones entre Tusk y Nawrocki se pueden sentir sobre todo en los vanos intentos de los socios de izquierda del primer ministro por imprimir un rumbo algo más progresista a Polonia. En juego están asuntos domésticos de tanto calado como la ley del aborto, las reformas judiciales o la aprobación del matrimonio homosexual planteados por el primer ministro.
Porque el presidente tratará de impulsar una ideología trumpista: se opone a la vacunación obligatoria de los niños, plantea una reducción de impuestos clave como el IVA, aboga por impulsar el consumo de combustibles fósiles como el carbón hasta que el país pueda construir centrales nucleares y plantea subsidios a familias numerosas para impulsar una natalidad que considera estratégica. «Rechazo las políticas verdes y 'woke'», sentenció en campaña.
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