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El sindicato CSIF en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha denunciado hoy que en el Hospital Valle del Guadalhorce de Cártama hay pacientes ingresados que se han visto obligados, al menos en dos ocasiones esta semana, «a compartir habitación con fallecidos durante horas», lo que la central atribuye a la falta de celadores, ya que sólo hay dos, añaden, en horario nocturno para todo el centro, un extremo que ha provocado situaciones «intolerables» como «el retraso de varias horas en el traslado de fallecidos desde la planta al mortuorio».
«Precisamente durante la madrugada de este jueves dos pacientes fallecieron en Medicina Interna y no pudieron ser trasladados al mortuorio hasta más de cuatro horas después por la falta de celadores. La situación es gravísima porque durante todo este tiempo los pacientes ingresados que compartían habitación con los fallecidos permanecen en este espacio hasta que hay celadores disponibles para trasladar el cuerpo», asevera la plataforma sindical, que añade que «no es la primera vez que ocurre: cada vez que una persona fallece en turno de noche en las plantas de medicina interna y paliativos, donde a partir de la 1:00 de la madrugada no hay celador que pueda asumir el traslado al mortuorio».
El Hospital Universitario Virgen de la Victoria, que gestiona este centro del Guadalhorce, circunscribe la denuncia a un solo caso, un paciente fallecido en la madrugada de ayer: «La demora registrada en dicho traslado fue debida a un trámite burocrático, concretamente a la falta de la documentación necesaria para la emisión del certificado de defunción, y no estuvo en ningún caso relacionada con la actuación del personal celador».
De esta forma, el retraso se originó por la imposibilidad, en ese momento, «de cumplimentar el certificado de defunción por parte del facultativo de guardia, trámite indispensable para poder proceder al traslado del cuerpo».
El hospital quiso recordar que, en términos generales, cuando una persona fallece en una unidad de hospitalización «se requiere un tiempo prudencial para comunicar el fallecimiento a la familia, tramitar la documentación correspondiente y, una vez completada y firmada por el médico de guardia la documentación oficial de defunción, se procede al traslado al mortuorio», tarea que desempeñan los celadores del centro.
El centro ha lamentado profundamente «las molestias ocasionadas y pide disculpas al acompañante del paciente por la situación vivida», además de reiterar su compromiso con el respeto, la dignidad de los pacientes y sus familias, así como con la profesionalidad de todos los trabajadores implicados en estos procedimientos.
La central sindical ha alertado también del recorte en las contrataciones para cubrir vacantes, que ha «llevado al límite al colectivo de celadores, cuya labor es fundamental para el correcto funcionamiento del hospital».
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