España se resiste a elevar el gasto en defensa un 5% y se queda sola en la OTAN

España no apoya este plan -el mayor rearme desde la Guerra Fría- e insiste en que no se hable de porcentajes concretos. La ministra de Defensa española, Margarita Robles, pidió «flexibilidad», pero se mostró abierta a que España supere el 2% de gasto militar en el futuro «si fuera necesario». Pero el secretario de Defensa estadounidense volvió a poner este jueves presión sobre la Alianza en Bruselas, en la que es la última reunión ministerial antes de la cumbre de La Haya. Aseguró que es necesario que todos los países «arrimen el hombro» y advirtió que no pueden depender de EE UU para proteger su seguridad. «Estados Unidos está orgulloso de estar aquí, de estar con nuestros aliados, pero nuestro mensaje va a seguir siendo claro. Hay que lograr la paz a través de la fuerza, pero no puede ser dependencia. No puede ser y no será dependencia de Estados Unidos», lanzó.

Según detalló Rutte, de comprometerse con el nuevo objetivo del 5%, los países de la OTAN deberán mostrar año a año el aumento del gasto en Defensa de forma que esté alineado con la cifra acordada para 2032. La iniciativa, que recibió este jueves el visto bueno de la mayoría de los ministros de Defensa de los 32 países de la OTAN, deberá ser discutida por los líderes en la cumbre de La Haya. Hegseth se mostró satisfecho con la propuesta y aseguró que el consenso «está muy cerca». «No necesitamos más banderas, necesitamos más formación de combate», reiteró.

Algunos países tienen más camino que recorrer que otros para llegar a este objetivo del 5%. España, por ejemplo, se sitúa a la cola en inversiones militares, destinando un 1,28% de su PIB al gasto militar, según un informe de la OTAN del año pasado. Con todo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció una inyección de 10.471 millones de euros adicionales para llegar al objetivo del 2% este mismo año.

«Tenemos que empezar ahora, si no los próximos tres, cuatro o cinco años estaremos en peligro», urgió Rutte, quien anima a destinar más recursos a la compra de jets, tanques y sistemas antimisiles; y a destinar más recursos a movilidad militar, el desarrollo de la base industrial y la preparación ante una situación d emergencia (cuestiones que entrarían en ese 1,5% adicional).

La OTAN es consciente de la ambición del plan y aseguran que se trata de un paso «significativo» tras décadas de falta de inversión. Y Rutte fue categórico al asegurar que las inversiones actuales no serán suficientes para garantizar la seguridad de la Alianza. «Si pensamos que podemos mantenernos a salvo manteniéndonos en el 2%, olvídenlo», advirtió.